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viernes, 16 de noviembre de 2018

Mesa el miércoles y Mercurio en Sagitario

💪💪💪💪


La efectiva compañía de Lisa 💕💕💕💕

domingo, 11 de noviembre de 2018

Lo dicho




Carl Gustav Jung
Arquetipos e inconsciente colectivo
(1933-1955)

Lo mejor de leer a Jung... es poder releerlo


Carl Gustav Jung
Arquetipos e inconsciente colectivo
(1933-1955)

jueves, 11 de octubre de 2018


“Y en ocasiones, todos los miembros, salvo uno, parecen perfectamente satisfechos de seguir siendo las células inconscientes del organismo. Con frecuencia, el que tiene una necesidad más fuerte de expresión individual, será el que inicialmente aparezca como el “paciente identificado”.

Los Luminares (1994). Liz Greene.

jueves, 21 de junio de 2018

Sol en Cáncer y alegría en casa 4

La próxima vez, siento que voy a querer decirle: "espectacular tu clase del otro día" y se me van a querer escapar los brazos del torso. Pero por supuesto, el abrazo no me va a salir. Siempre digo que antes que exhibicionista, soy inhibicionista. Y además, si planeo las dos cosas, seguramente me quedarán ambas guardadas para mí, como proyectos inconclusos.

No sólo fue que me resultó todo tan claro, el entusiasmo de su transmisión, y el que haya hecho palpables situaciones clínicas que yo toco con la experiencia sin perder el rigor y la coherencia de los conceptos, es un combo que no conseguía fácilmente cuando un profe dictaba psicoanálisis en la facultad... Más que eso: últimamente me resultaba bastante aburrido y hasta confuso leerlo a Freud. Pero ésta, es una alegría tanto inmejorable por lo inaudita como absurda por lo fugaz.

Mi tendencia es sentirme teóricamente cada vez más cerca de Carlitos Jung y la inminencia del congreso "Lo humano es simbólico" en Córdoba lo reafirma en magnitudes directamente proporcionales a la sonrisa que se me dibuja en la cara cada vez que pienso en ello. Pero el seminario que curso, "El narcicismo en la clínica actual" basado en la obra de Bleichmar y Horstein, hoy me tentó... así como ese Lemon Pie que hace aproximadamente dos semanas quiero cocinar, que por un momento me dije "Apalapapa!, esto suena bastante interesante por los visos de realidad" y sentí placer al sentirme una junguiana con derecho a roce de otras corrientes, cuando las juzgue sensatas en sus planteos.

Ahora ... sí quiero ponerme spinoziana y astrológica: ¡qué alegría lo que puede un cuerpo cuando se confirma el hallazgo de un hogar, sobre todo consignando el Sol de hoy en Cáncer, aunque sea uno teórico, y aunque sea uno prestado por lo que dura la hora y media de la clase. Qué motivada fue la pedaleada de vuelta. ¡Quiero vale 4! Truco y re-quete-contra-re Truco!

¡A entangarse si son guapos!

jueves, 25 de enero de 2018

Le Fol


Necesito, con urgencia inminente, asumir los riesgos de cada decisión que lanzo al mundo.
Comprender que a cada acción pueden sucederle no una, sino consecuencias contradictorias.
No para aturdirme de pensamientos sino justamente todo lo opuesto.
Poder anticiparme hacia aquél resultado que más se ajuste a lo armónicamente posible.
Prevenirme de los desastres que de lo contrario me perseguirán hasta en lo sueños.
Cautela, la carta de la inocente no tiene que jugar más a la ingenua.
Como decía Jung en alusión a Nietzsche, él no quería ser como éste,como una brizna empujada por el viento.


(bicicleta te extraño, verruga espero que te vayas y no vuelvas, examen quiero aprobarte, vida quiero vivirte en alegría, huerta quiero verte en abundancia, amistades los quiero mucho y les deseo lo mejor)

domingo, 14 de enero de 2018

La Fuerza


Es una constante su querer incorporarse en el tránsito de mis tiradas. La mujer está erguida y me interpela, en la densidad de mi perseverante encorvadura.
Hay quienes dicen que su figura posee la sabiduría del equilibrio sobre su cabeza. Yo observo que a la altura de su vientre, donde radica físicamente su feminidad, ella experimenta con el filo de sus propios instintos.
Desliza sus dedos desde el contorno de las fauces, como quien empieza a explorar las dimensiones de su ser amado. Mientras, escudriña en el foso oscuro de lo desconocido o de lo ya hace mucho olvidado.
Pero un momento… ¿dónde están los colmillos de la bestia? Recita el movimiento de la compasión hacia la propia animalidad, que entonces se reclina ante ella. Es probable que el fin del contacto sea darle de comer. Dulce y determinante es el modo en que ella le ofrece su rodilla a la fiera para su sustento.
La cabellera del león brilla, como la de quien se procura el cuidado de sí mismo. Éste le retribuye sus atenciones con una mirada afectuosa que no quiere dejarse guiar por el orgullo. Ofrece como moneda de cambio, el no lanzarse al desborde desmedido de las pasiones.  Movimiento de aprecio continuo y espiralado que sale, entra y vuelve a circular el cuerpo. Llega hacia su superficie iluminándole el torso, hasta pasearse destellando en el ala de su sombrero.
La dama no necesita vigilar con cautela a un león que no es hostil. Ella, serena y amorosa, repara en sí misma. Considera una relación de respeto mutuo la de centrarse en la construcción de la propia integridad. La dama finalmente ha limado las heridas punzantes que le estampó una existencia vía láctica y se ha ocupado de sí misma, de que nadie, ni siquiera ella misma ose devorarse.
Pero acaso, ¿el león no parece estar surgiendo de ella? Contenido continente, aquella belleza rugiente.
El coraje de relucirse con todas las remendadas piezas juntas y la fuerza de saber qué bueno es poder contar con una misma, en todas sus partes.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Buscando camorra


    "En las tribus primitivas o comunidades agrícolas, todos se conocen, cada uno se relaciona personalmente con el otro. Los retardados y deficientes mentales no son recluidos en instituciones, porque la comunidad simplemente los tolera. La gente se ríe y dice: "Bueno, tú conoces a fulanito". Recuerdo que al llegar a la aldea donde creí, se acercó un hombre que dijo: "mi padre es cleptómano. Roba todo lo que pilla. Si les roba algo, por favor no llamen a la policía. Hablen conmigo y yo les devolveré todo". Así, el pobre viejo cleptómano no necesitaba ser internado. Todos conocían su problema y lo compensaban. Esto es relacionamiento personal. E, incluyendo su problema, pertenecía personalmente a la comunidad. En una sociedad así, hay menos delincuentes y menos gente en el manicomio. La sociedad ampara y soporta al individuo, dándole un margen de libertad; las personas se encogen de hombros y perdonan, como diciendo: "Paciencia, él es así". La gente es aceptada tal como es. Eso es lo que perdimos. Eso es lo que debemos recuperar de algún modo". Marie Louise von Franz en El camino de los sueños.

    Puede resultar muy armonioso, pacifista, edulcorado, casi amorrado a los modismos nueva-erísticos (la raro-fonía del neologismo corre por mi cuenta) que pululan en la actualidad, leer este párrafo abstraído de algún hecho tan concreto como carnal. No obstante, lo que me ha enseñado mi propia y singular experiencia es que no voy a disponerme a dejarme influir por actitudes hostiles de personas que poseídas por su malestar interno no cesan de lastimar e imponerse en un entorno que justamente aunque incoherentemente, manifiestan, querer ecológico.

    No es que me considere mejor que nadie ni con facultades para detentar un poder de policía de señalar lo que está bien o mal, lo saludable o lo patológico; todo lo contrario a creerme egresada de la superación personal. Antes bien, siendo consciente de mis dificultades y postulando a la preservación de la salud mental como una garantía inexcusable en las actividades que desempeño, prefiero sacrificar mi pertenencia a esos círculos. En este sentido, me declaro abiertamente intolerante a todo aquél que ande buscando camorra, o que ose hacer tambalear la libertad de la alegría. 

    Entiendo adonde apunta el texto transcrito, como también que se trata de un extracto de una entrevista más global en la cual se intenta converger distintos temas. Yo me cuento entre quienes piensan que gran parte de los que en nosografía psiquiátrica se conocen como trastornos, son productos en los cuales las familias trasuntan los modos de relación de una sistema económico-político-social-cultural (muchas veces no consiguen escapar a ellos) . Pero me temo que una consideración tan inocente por hipotética puede llegar a lindar con una complacencia peligrosamente generalizable, que fomenta no hacerse cargo de los efectos que genera, esta vez, el individuo que no se hace responsable de su presencia en el mundo. La cualidad asombrosa del ser humano es la de poder manifestarse tanto a través del individuo como del colectivo.

jueves, 31 de agosto de 2017


"Es naturalmente una ironía el que yo, como psiquiatra, haya topado en mi experimento, por así decirlo, a cada paso con aquel material psíquico que constituye los elementos de una psicosis y que por ello se encuentra en el frenopático. Es aquel mundo de las imágenes inconscientes que sume al enfermo mental en fatal confusión, pero también a la vez una matriz de la fantasía creadora de mitos, que han desaparecido de nuestra época racional. La fantasía mítica existe en todas partes, pero es tan mal vista como temida, y parece incluso una experiencia arriesgada a una aventura equívoca confiarse a la senda insegura que conduce a las profundidades del inconsciente. Pasa por una senda del error, de la doblez y del equívoco. Pienso en las palabras de Goethe: «Atrévete a abrir las puertas ante las cuales todos prefieren pasar de largo»".



Texto: Carl Jung en Recuerdos, sueños y pensamientos
Imagen: Carl Jung en El Libro Rojo

domingo, 20 de agosto de 2017

"Porque «toda determinación es negación». Y tal vez el mayor obstáculo resida en la tarea misma del intérprete". 

Texto: Tarot, El Arte de Adivinar, Enrique Eskenazi (1978)
Imagen: Iustración de El Libro Rojo, Carl Jung (2009)

jueves, 11 de mayo de 2017

Apuntes mientras leo Psicología de las masas...

*Entre tanta indagación de las masas: efímeras y duraderas, homogéneas y heterogéneas, naturales y artificiales, yo sólo puedo pensar en esto...

*Parafraseando a Ricardo Arjona: Ayúdame, Froi, que no cesa de abrírseme el apetito.

*De repente (págs. 102-103) no sé si estoy leyendo psicoanálisis o un cuento de terror: "un niño desesperado por la pérdida de su gatito declaró paladinamente que él mismo era su gatito, empezó a caminar en cuatro patas, no quiso sentarse más a la mesa para comer, etc...". No bastando con eso se pone ultra-truculento capaz de erizarnos hasta los folículos pilosos recientemente escindidos: "la sombra del objeto ha caído sobre el yo".

*Ya lo publicaba en 1923 el libidino-sísimo dr. Freud y todavía no aprendemos: "el enamoramiento conlleva cierto perjuicio para el yo". Aún más "el objeto llega a poseer todo el amor de sí mismo del yo, ha devorado al yo"... y por último, este remate: "el trecho que separa el enamoramiento de la hipnosis no es evidentemente muy grande". Así que... ¡a dejar de enamorarse, pebetes y pebetas!


La canción es monótona, repetitiva, cursi, empalagosa, si se quiere mala!
pero dieron en la tecla con las notas de ese acordeón.

domingo, 9 de abril de 2017

De Filemón, Mefistófeles y otros daimon

"Filemón y otras figuras de la fantasía me llevaron al convencimiento de que existen otras cosas en el alma que no hago yo, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida. Filemón representaba una fuerza que no era yo. Tuve con él conversaciones imaginarias y él hablaba de cosas que yo no había imaginado saberlas. Me di cuenta de que era él quien hablaba, y no yo. Él me explicaba que yo me comportaba con mis ideas como si las hubiera creado yo mismo, mientras que, en su opinión, estas ideas poseían su propia vida como los animales en el bosque o los hombres en una habitación, o los pájaros en el aire: «Si ves hombres en una habitación, no se te ocurriría decir que los has hecho o que eres responsable de ellos», me explicó. Así iba yo familiarizando paulatinamente con la objetividad psíquica, la «realidad del alma»".


Carl G. Jung 
Recuerdos, sueños y pensamientos (1962)


Aparte de coger como los dioses, se podría decir que Sting también tiene otros atributos, musicales por ejemplo...

sábado, 8 de abril de 2017

Los valiosos arquetipos


"En la medida en que lograba traducir mis emociones en imágenes, es decir, hallar aquellas imágenes que se ocultaban tras las emociones, sentía tranquilidad interna. Si me hubiera abandonado por completo a mis emociones, lo más probable es que hubiera sido destrozado por las actividades del inconsciente. Quizás los hubiera podido separar, pero entonces habría caído irremisiblemente en una neurosis y finalmente sus contenidos me hubieran destruido. Mi experimento me afirmó en la convicción de lo valioso que es, desde el punto de vista terapéutico, hacer conscientes las imágenes que se hallan detrás de las emociones". 

Recuerdos, Sueños y Pensamientos
Carl G. Jung (1962)

miércoles, 5 de abril de 2017


Lo más lindo de haber aprobado un final
es habilitarse a una misma para darse un empacho junguiano. 


viernes, 17 de febrero de 2017

Que no parezca fanatismo ni algo en la lontananza de la cordura

No hay como pasar la noche en vela leyendo material de estudio, el cual ha recibido una considerable cantidad de improperios por parte de la que suscribe como para que mínimamente se me inicie un grosero expediente en el INADI por firme repudio a cuando menos una centena de filósofos y charlatanes varios cuyas verborragias no le deseo a nadie.

Pero habiendo sido repasado este material académico con variados métodos (en los que no podemos penetrar sin caer en la obscenidad) y diferentes colores que tienen la maravillosa propiedad de convertir tesis de cátedra en algo parecido a anuncios de circo, desde la esquivada mesa de diciembre no termino de incorporar sus contenidos a todo lo que se me da por llamar masa encefálica. Será que me rehúyen por ofendidos.

No obstante, asimismo y paradójicamente, no hay como transcurrir la antedicha y tan interesante vivencia estudiantil con la infatigable compañía de Rachma 🎔 que pone todo lo que hay que poner para que una se siga esmerando pá' delante.
Vamos, que brindando con birra por anticipado nos mentalizamos con bombos y platillos (o con piano y flauta) para el éxito.

miércoles, 15 de febrero de 2017

"... Y cuando estés conmigo, yo te sacaré los ojos de sus cuencas y los pondré en el lugar de los míos y tú me arrancarás los míos y los pondrás en el lugar de los tuyos, para mirarte con tus ojos y que tú me mires con los míos..."
Jacob Levy Moreno 


domingo, 12 de febrero de 2017

A Jung siempre se vuelve

"Se me tenía por relativamente tonto y descuidado. En realidad, esto no me molestaba. Lo que me enojaba era que me creyesen un impostor y a causa de ello se me eliminase moralmente.
Mi tristeza y mi cólera amenazaban con ser inacabables, pero nuevamente sucedió algo que antes ya había observado varias veces: reinó repentinamente la calma como si un espacio ruidoso se cerrase con una puerta a prueba de ruidos. Era como si una fría curiosidad me invadiera con la cuestión: ¿Qué ha pasado aquí? ¡Estás verdaderamente irritado! El maestro es, naturalmente, un imbécil que no comprende tu modo de ser, es decir, comprende tan poco como tú mismo. Por ello desconfía, como tú mismo. Tú desconfías de ti mismo y de los demás y te tienes por ello por el Simple, el Ingenuo y el Comprensible. Se cae en el nerviosismo cuando no se comprende".


[...]

"Con el reino de las plantas se inició la presencia de lo terrenal del mundo de Dios como un tipo de comunicación inmediata. Era como si se hubiera contemplado al creador, quien se imaginaba inobservado, por encima de los hombros cuando elaboraba juguetes o piezas decorativas. Frente a este reino, el hombre y los animales «típicos» eran partes de Dios que se habían hecho independientes. Por ello podían vagar libremente y elegir su lugar de vivienda. El mundo de las plantas, por el contrario, se encontraba sujeto para siempre a su lugar de origen. Tal mundo no sólo expresaba la belleza del mundo de Dios, sino también los pensamientos, sin ninguna intención o divergencia. Los árboles resultaban especialmente misteriosos y me parecían representar el sentido incomprensible de la vida de un modo inmediato. Por ello el bosque era el lugar donde se sentía más de cerca el significado más profundo y la actividad más horrible".


[...]

"¿Cómo podían su mujer y sus hijos soportar que el marido y padre fuera un santo, cuando precisamente ciertas faltas y defectos hacían que mi padre fuese especialmente digno de ser amado por mí? Yo pensaba: ¿cómo es posible convivir con un santo? Evidentemente esto a él tampoco le fue posible y por ello tuvo que hacerse ermitaño".

Recuerdos, Sueños y Pensamientos (1963)

domingo, 11 de diciembre de 2016

La verdad de la psico-riña a la vienesa

Cuenta la historia oficial que durante la travesía psicoanalítica a Estados Unidos Jung le vociferó a Freud "Mis sueños son mis sueños" cuando Segismundo estaba intentando hallar el falo en más lugares que los previstos al incurrir en un exceso de interpretación onírica de su almohada. Pero mucha agua ha corrido debajo de ese barco, para al fin revelar mediante un testigo (de Jehová) que en realidad los hechos habían transcurrido de un modo muy diverso y no tan cordial como se nos pretende hacer creer. Y otrasidigo, parece haber sido la causa que dio origen al cisma teórico-afectivo entre Jung y Freud.

Como veníamos redactando, la información me ha sido facilitada a través de un manuscrito hallado en una botella, venido hacia mí océano Atlántico de por medio y gracias al huracán Clelia que lo trajo hasta la salida al mar que posee Bolivia en la costa rosarina del Paraná. Reproducimos a pie juntillas el testimonio que un ejemplar de la raza humana ha registrado en la posteridad de un trozo de papel, sopena de ganarnos probablemente, sólo el recelo jocoso que ocasionan los nuevos descubrimientos.


"Mi padre me había dado el escarmiento. Yo sabía que él iba a darle matraca matraca a mi madre durante toda la noche, así que no tuve mejor idea que cambiarle este sortilegio por unos morlacos para dispensarme de algún embriagante en la taberna de la embarcación. Hete aquí a quiénes me encontré en el camino hacia allí: dos individuos discutiendo apasionadamente en una jerga grandilocuente que parecía inventada por ellos para la ocasión. No pude menos que seguir con atención la interacción que empezó a ponerse más interesante que lo que pensaba hacer con la bebida que me traía entre manos. Entonces, decidí quedarme agazapado en la puerta que conducía a cubierta y asomarme de tanto en tanto para enterarme de qué iba la cosa.

Fue cuando el hombre de años más mozos (Jung) le espetó al sobrepasado en canas (Freud): -pero Estimado Señor Profesor, vení a interpretarme ésta, y le obsequió una precisa bofetada en su moflete derecho. A lo que enseguida le profirió: -Nadie se atrevía a tomar al profeta por las barbas porque pinchás más que una ortiga, cabeza de chota libidinosa. El respetadísimo no se quedó atrás y le propinó con una de sus elegantes chancletas de entre-barco un sonoro golpe en el sector anatómico donde la espalda cambia de nombre, al grito de -¡La libido no se mancha!
Algunos minutos duró el agitado intercambio hasta que el señor entre nosotros conocido como "cabeza de chota", tras sucesivos jadeos y encontrarse a punto del soponcio cada vez que el muchacho más atlético lo desplazaba más cerca de la borda, le propuso la acertada sugerencia al otro: -Pero rescatate, barrilete, que no te das cuenta que si seguimo' piña va, piña viene, nos vamo' en picada a las fauces del cocodrilo, digo de los tiburones.
Antes de que el tupido señor hubiese podido culminar su frase, el más buen mozo completó la idea: -Y no queremos correr ese destino, Veneradísimo Dr. Freud, no sin haber currado lo suficiente con nuestras psico-teorías.
El otro continuó: -Es un regio argumento el que acaba de pronunciar: me ha sacado las palabras de la boca. PsicoSupersticiosísimo Dr. Jung, es usted un completo inconsciente a cielo abierto. Sin saber exactamente si tomar las palabras de Freud como un cumplido o la psico-señal para volver a convertir la cubierta del barco en el perímetro de un ring, Jung le acomodó el cuello de la camisa a su interlocutor y le repuso su exiliada chancleta. Luego Freud se acomodó las barbas por sus propias manos (lo cual fue muy conveniente), y a continuación, en una escena de amabilidad empalagosa empezaron a desarmarse en elogios mutuos.
Yo, a mis doce años y con toda la vida por delante, pensé lo peor; me dije: demasiado amor para una noche donde había dos locos más locos que cualquiera concertando entre golpes bajos el futuro de la salud mental. Y así, tranquilo conmigo mismo como estaba, me aproximé a babor a disfrutar de mi placer dionisíaco en la Tierra, en la mar o donde sea".


Un músico soberanamente loco a quien le seguimos la corriente.
 

sábado, 8 de octubre de 2016

La queja histérica

Finalmente llega el momento en que toda obsesiva logra darse cuenta y exclamar a los 4 vientos... ¡estoy rodeada de histéricos!

Una canción para amenizar el descubrimiento.
Seguimos con la onda armenia.

domingo, 24 de julio de 2016

Estudiando, entre otras cosas: las secuelas

Por un momento, leyendo el texto que ha trascendido como El historial Elizabeth (intercalado entre los Estudios sobre la histeria, de la autoría de Breuer y Freud), pensé en aquello que Freud denominó complejo sintomático de la astasia abasia (dificultades al caminar) como un grupo de edificios destinados al descanso de sus visitantes, y asociando libremente hasta imaginé un spot publicitario invitando a visitarlo....
AVISO DE SPOILER: cabe admitir de antemano que en la siguiente fabulación hay algunos guiños ;) al susodicho texto, pero para quienes no están familiarizados con aquél no resulta totalmente indigerible.

(Entónese con voz grave, profunda* y penetrante** y seductora*** de locutor): Complejo sintomático de la astasia abasia...

el lugar donde se olvidará de aquellas representaciones que le resultan tan inconciliables a su yo
 
Ud. podrá, así como en un ardid se despoja de sus prendas de vestir, desligarse del monto de afecto intensamente intolerable

y lo mudará convenientemente hacia una representación cuerpo bien histerógena

cuando en un baño de inmersión sin confesiones sentirá concretarse la eficacia sintomática en su propia piel


un dolor erótico instalado en su muslo derecho le revela que ya no piensa más en su cuñado buen mozo ni en el galán enfermizo de su padre

¡No lo piense más, venga a conseguirse un síntoma y a divorciarse de las preocupaciones!





Disfrute la experiencia única de dormir entre laureles, en estados hipnoides de consciencia.


 










* ** ***Notas "al pie del cañón": El exceso de psicoanálisis nos hace poner el falo en más lugares de los que quisiéramos.