domingo, 3 de enero de 2010

La Caravana de los Deseos, parte I

Fuegos artificiales con el sello MR (Municipalidad de Rosario) sobre el Paraná anoche, bajo este slogan, barquitos vienen y van... y que baile quien pueda, mientras la emergencia no lo ahogue.
¿Calentamiento global, lluvias en desmesura? Las inundaciones constituyen el efecto de una política negligente encabezada, en el caso santafesino, por la mente ingeniosamente lucrativa del senador y "presidenciable".
   Mediante un ejercicio retrospectivo, viajaremos (la embarcación corre por su cuenta) a los años '90, cuando la ley de 1991 creó el Consejo Regional de Obras de Saneamiento de los Bajos Meridionales, área que abarca parte del norte de la provincia de Santa Fe y el sur de la de Chaco, cuyo objetivo era canalizar los excedentes de la región acentuados por tratarse de un terreno de suave pendiente, el agua circula lentamente, proceso dificultado por la escasa permeabilidad del suelo. Pero se trasladó hacia el oeste, es decir que siendo este humedal un factor de influencia importante en la dinámica del río Salado, la cantidad de agua se volcó hacia esta zona, careciendo de los estudios y consenso social adecuados, visto el carácter público del conflicto ocasionado a causa de la reconstrucción de un terraplén interprovincial en 1998 (gobernación de Obeid = mismo partido y no agrego más), cuando productores chaqueños lo destruyeron con el fin de restablecer la circulación de agua. Todo ello inserto en el auge del polo agroexportador del gran Rosario, sobre el eje de la concentración de las tierras y la producción de soja.
   En resumen, la canalización -ilegal o no- mientras drenó por un lado, inundó otro sector. Contradiciendo el principio de toda obra, que debe empezar de un nivel inferior hacia uno superior, provocaron estragos en ambos casos, tanto la alteración de la diversidad del ecosistema de esteros y forraje debido a la desertificación traducida en las consecuentes pérdida de la vegetación e imposibilidad de alimentar al ganado, así como lo evidenciado por las drásticas inundaciones producidas en el 2003, de las que Reutemann, en sus tiempos de gobernador, dio cuenta casi como sin haberlo querido.
  
   La Dirección Hidráulica provincial, a cargo del Consejo Regional antes mencionado se caracterizó por imponer su corte burocrático (clásico rasgo de la administración 'Lole') e impedir la participación amplia ante la amenaza de arriesgar el poder.
   Actualmente, podemos apreciar que pese a muertes, heridos y copiosa cantidad de bienes materiales que se ha llevado la corriente, la situación no se ha modificado. En la llamada Línea Paraná, dirigentes rurales del Consejo Regional Económico del Norte Santafesino (Co.Re.No.Sa) aseveraron, según el portal Periodismo Plural de Santa Fe en mayo del año pasado, cuando la sequía azotaba a parte importante del país, que el gobierno no ha invertido en las correspondientes compuertas, con las cuales debían complementarse los canales para equilibrarlos durante los períodos de escasez, si bien se ha focalizado en el consumo humano a partir de la distribución de agua, es una realidad innegable que las actividades económicas obtenidas de la producción fijan los asentamientos de la población.
   He tratado de ser lo más sucinta y clara posible desde los datos que pude obtener de Internet. La clave estriba en la sustentabilidad de la población, sólo así podrán ponderarse las necesidades de los habitantes de innumerables regiones en riesgo de ser arrasadas. Una vez más, la responsabilidad es de todos, bajo ningún signo partidista.

Fuentes y mayor información: