sábado, 21 de noviembre de 2015

Mandala trunco

Prorrumpe disolviendo el éter
y quiebra el punto mismo
donde se consuma el enlace de las partículas
o tal vez
las partículas nunca estuvieron del todo en círculo,
la unidad propuesta haya sido un pretexto
para seguir utopizando el encuentro de los semejantes,
cuando el punto mismo se tiende fláccido desde un comienzo
si no sabemos dónde está la marca de su nacimiento 


martes, 17 de noviembre de 2015

Peripecias de un dedo inflamado

    Quien pretenda encontrar en estas líneas alguna conclusión, más vale que se las pique con las manos cubriéndose su rostro decepcionado antes de haber leído nada. Porque lo único que se deja entrever aquí son una serie de miopes observaciones que en nada modificarán el curso de su existencia. Plasmado este prólogo también absolutamente innecesario, pasemos al meollo de la cuestión, si es que esto es una cuestión, y alguien ha visto alguna vez a un meollo.
    Al texto freudiano ¿Pueden los legos (no médicos) ejercer el psicoanálisis? se le solapa un capítulo que no deja de tener secuelas: ¿Pueden los médicos ejercer la medicina?
    Un anodino enigma pretende poner en compota los cimientos del "arte de currar" (ah, no perdón, esa era otra ciencia... siempre quisimos sacarle una r) además de la paciencia del encargado de admisión del sanatorio, a quien le son relatadas una y otra vez las peripecias de un dedo inflamado. 
    ¿Se trataría de una infección en ciernes, del producto de una infección o acaso de una fuerza irresistible y desconocida? Por el momento, el diagnóstico permanece en suspenso hasta bien no entre en intervención otro ambo fucsia pues "a cada maestrito con su librito", y no será sin efectos secundarios.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Qué pintoresca

la pueblerina costumbre de saludar a los colectivos a su paso

miércoles, 11 de noviembre de 2015

De mates y amoríos

Después de la famosa sentencia "tenés quien te caliente la pava", propongo la no tan comprometedora observación: "tenés quien te cebe el mate".
Contemplaría aquellas compañías que reciben la suficiente confianza de nuestra parte como para que nos preparen esta conspicua bebida, mientras nos propinamos otro tipo de intercambios afectuosamente expresivos... ¡pero a poner atención a que no nos laven el mate!